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Aprender idiomas: Mi viaje personal hacia la fluidez autodidacta, rompiendo barreras y desafiando límites lingüísticos

Aprender idiomas ¡qué coñazo! pensaréis algunos ¡qué maravilla! pensaréis otros.

Sinceramente, nunca he entendido la crítica que mucha gente hace sobre aprender idiomas, sencillamente, no la entiendo.

Siempre he pensado que cuanto más sepas, sea de la temática que sea, mejor. Quizá hoy no le encuentres una utilidad, pero si algo me ha enseñado la vida y viajar por el mundo es que el conocimiento no sobra jamás.

Gazto aprendiendo idiomas
Ilustración por @edajiqarts

¿Sabes lo satisfactorio que es ir a un país como República Checa, donde si hablas español de forma nativa como es mi caso, no te van a entender ni los que emigraron allí hace décadas, puedas defenderte más o menos en uno u otro idioma simplemente para preguntar dónde puedes comprar comida?

De eso me di cuenta hace muchísimos años cuando salí de España por primera vez y me encontraba en uno de los barrios periféricos de Zürich (donde tenía el Airbnb) y yo iba con mi, por entonces, inglés chapucero.

Era domingo, todo estaba cerrado y yo me moría de hambre, no sabía dónde meterme, dónde ir, dónde comprar, no tenía datos en el móvil para mirar nada y me encontraba totalmente perdido.

Encontré de pura casualidad una casa hotel que tenía una pizzería abierta, no había nadie, pero me atendió una chica majísima a la que empecé a hablar en inglés como más o menos podía, sabiendo que no tenían por qué atenderme en inglés ya que en Zürich o hablas alemán o francés, sin embargo, mucha gente habla inglés.

Y de repente me soltó… ¿español, verdad? ¡No te preocupes, yo también lo soy!

¡Qué alivio! pensé, pude comer, llevaba más de 20 horas sin hacerlo al no saber que allí en aquellos días todo estaba cerrado y sólo pude tirar de una máquina vending para comprar una chocolatina.

Por otro lado, mientras cenaba y charlaba con esta chica que también había ido a Zürich a ganarse la vida como yo tenía pensado hacer en los próximos meses pensaba… ¡menos mal que encontré a esta chica!

No habría comido en días de no ser por ella y cuando llegué a mi apartamento, me quedé en la cama pensando… Esto no puede volver a pasar, debo ponerme las pilas con los idiomas.

Recordé el pasotismo que había tenido en mi época de estudios con los idiomas, pensaba… ¡buah! ya habrá tiempo, pero es que luego, aunque tiempo hay de sobra, cuesta una barbaridad.

La barrera del lenguaje te da una hostia tremenda en la cara cuando menos te lo esperas.

Y puede que pierdas una de las oportunidades de tu vida simplemente por no saber qué responder o cómo hacerlo.

Tomé una decisión, y ahora echando la vista atrás, creo que fue muy acertada: ¡Aprender todos los idiomas que pudiera!

Mi intención nunca ha sido convertirme en políglota, pero sí poder defenderme más o menos allá donde fuera y ahora que me paso la vida prácticamente viajando por el mundo tres o cuatro veces al año, agradezco haber tomado esa decisión.

La verdad que por un lado, casi no me quedaba más remedio. Estaba en un país en el que los idiomas oficiales eran: alemán, francés, italiano y romanche.

¿Qué hablaba yo? Español y algo de inglés.

¿Qué había que hacer en Zúrich entre semana cuando yo llegaba a casa después de trabajar? Nada.

Vivía en Seebach, una zona residencial en las afueras de Zúrich y sólo había casas, bosque y tranquilidad (¡Dios mío cómo lo echo de menos!).

Así que decidí aprovechar todas esas horas muertas para aprender idiomas.

Por aquel entonces, el poco alemán que empezaba a chapurrear era cuando hacía la compra del día (tenía que ir todos los días, que mi sueldo no era muy allá y la vida en Zurich incluso donde yo vivía, era tremendamente cara).

Tampoco podía permitirme ir a una escuela de idiomas, así que no me quedó otra que investigar cómo aprender idiomas por mi cuenta.

Y eso es precisamente lo que te voy a contar aquí: cómo aprender idiomas por tu cuenta y sin dejarte un dineral en el intento, una técnica que realmente funciona.

Si me funcionó a mí, te aseguro que te funcionará a tí.

Hoy en día puedo decir sin temor que puedo hablar:

  • 🇪🇸 Español como lengua materna.
  • 🇬🇧 Inglés bilingüe (sobre todo porque las 8 horas de trabajo las pasaba hablando en inglés).
  • 🇩🇪 Alemán nivel intermedio.
  • 🇫🇷 Francés nivel avanzado.
  • 🇮🇹 Italiano nivel básico.
  • 🇵🇹 Portugués nivel básico.
  • 🇷🇺 Ruso nivel principiante.
  • 🇨🇳 Chino nivel principiante.
  • 🇮🇷 Farsi nivel principiante.

Y esta es una parte importante del proceso, quédate con ella porque es importante, a la hora de hablar idiomas, la principal barrera es eliminar la vergüenza.

Por vergüenza o miedo a quedar en ridículo dejamos de hacer cosas que sabemos y eso da igual o debería darte igual. Piensa en las siguientes frases cuando te entre la congoja de hablar en otro idioma:

  1. ¿Qué más da lo que piensen los demás?
  2. ¿Acaso te estás certificando para un examen?
  3. ¿Qué más da que pronuncies mal o se te note el deje al hablar?
  4. ¿Acaso crees que la persona con la que estás hablando tiene una pronunciación perfecta del Español?

¿Te han entendido, aunque sea a medias, verdad? Chapeau! por tí.

Dwayne «La roca» Johnson está orgulloso.

¡De eso se trata! ¡Qué más da que se te note el deje! ¡Qué importa que hayas pronunciado algo como no haría un catedrático!

Te han entendido y es lo importante y te puedo asegurar, que es realmente satisfactorio recibir una sonrisa por parte de la persona con la que estás hablando por intentar hablar en su idioma.

Eso me lo decía un chico mexicano que trabajaba de cajero en Seebach, que aunque no pronunciase bien, las suizas agradecen muchísimo que los extranjeros intentásemos hablar con ellas en alemán (al menos en mi caso) y lo viví en mis carnes ya que recuerdo perfectamente la primera sonrisa (quizá de compasión pero me la tomé de agradecimiento) cuando le pregunté por unas cervezas en alemán.

Ellas no tienen la obligación de atenderte en inglés, qué menos que intentar tú (que eres el que vive en su país) hablarles en su idioma.

Así que el primer consejo que te doy, de corazón: fuera vergüenza.

Y ahora paso a explicarte punto por punto cómo he aprendido a leer y hablar en diferentes idiomas y por qué sigo haciéndolo.

Fíjate una meta, la primera clave

Aquí no valen medias tintas, ni ponerse como meta “aprender varios idiomas”, no, una meta concisa y concreta.

Quiero aprender francés para poder trabajar como project manager.

Esa es una meta. Ese es el tipo de meta que debes fijarte. ¿Qué idioma quieres aprender? Francés. ¿Para qué? Para mi trabajo.

Punto, con esa meta fijada entonces es cuando puedes empezar a aprender un idioma. No es lo mismo aprender francés para trabajar de lo que sea, digo project manager por poner un ejemplo, que para escribir un libro en francés o tener una fluidez total.

Al igual que hacer una tortilla de patatas no es lo mismo que freír un par de huevos y unas patatas de acompañamiento. Los ingredientes son los mismos, sí, pero el resultado final no es el mismo.

Tienes que tener muy claro qué nivel quieres alcanzar, puesto que sólo tú decidirás qué has aprendido lo suficiente como para considerar que tienes un nivel aceptable para cumplir tu meta.

¿Puedes desarrollar el objetivo para el que te fijaste la meta en su día? ¿Enhorabuena!

¿No puedes? Pues entonces queda seguir estudiando o quizá te fijaras una meta muy ambiciosa de primeras, pero eso no importa.

Cada uno tenemos nuestro nivel de aprendizaje, nuestro ritmo, olvídate de las prisas, las prisas no son buenas para nada, así que cálmate, amplía tu perspectiva y si es posible que alguien te ayude a tener una imagen global de dónde flaqueas y qué te podría venir bien, sería ideal.

Pero resumiendo lo más importante, tú te fijas la meta, no te fijes el tiempo que necesitas porque eso no lo sabes. El objetivo es aprender x idioma para hacer x cosa, esfuérzate, tómatelo con calma, diviértete mientras durante el proceso y una vez alcanzada esa meta ya pasarás a la siguiente.

¡No hay prisa!

Recursos para aprender idiomas ¿valen para algo?

Pues hombre, sí.

Así te lo digo, sin rodeos, claro que valen, pero hay que saber elegir.

Quizá a mi me han ido bien unos que no te vayan bien a ti, pero sólo puedo hablar desde mi experiencia y si has leído otros de mis capítulos sabrás que sólo voy a recomendar productos o sistemas que yo haya probado y sean los que he utilizado.

Si los he probado y no me han servido de nada, pues también lo digo, al fin y al cabo, esta es la historia de mi vida, no la de unas marcas que me paguen por hablar bien de ellas.

C’est la vie!

Libros para traducir conversaciones, esenciales

Para ser honesto, no recuerdo dónde leí por primera vez sobre estos libros.

Creo que fue por un compañero de trabajo en Suiza (Búlgaro que estaba intentando sacarse el C2 de alemán) y vi un libro en su mesa muy del rollo estudiante de instituto, y no tenía edad de estar en el instituto, para qué nos vamos a engañar.

El caso es que hablando con él me contó que eran libros que él utilizaba para traducir conversaciones casuales de una manera bidireccional.

En estos libros vienen cientos de conversaciones de todo tipo en los dos idiomas, el que tú sabes hablar y el que estás estudiando.

Estos libros sobre todo están especializados en aprender a utilizar la gramática correctamente en las conversaciones. Lo bueno de estos libros (ahora te cuento cuáles son, calma) es que tienen explicaciones de por qué se dice de esa manera en la conversación.

Los libros los publica la marca francesa Assimil, el logotipo parece sacado de una de las primeras páginas web de los años 2000, pero el contenido es ideal.

No voy a decir bueno, no voy a decir magnífico, es ideal para aprender todo tipo de idiomas.

Y digo todo tipo de idiomas porque tienen prácticamente un libro para cada idioma, eso sí, en  muchas ocasiones la lengua vehicular que utilizan (la que teóricamente debes saber de forma fluida) es el francés, ya que ellos son franceses.

Los libros los tienes en amazon, yo tengo varios, por ejemplo los de aquí abajo:

En alemán:

No se han encontrado productos.

En italiano:

No se han encontrado productos.

Y ahora que estoy aprendiendo ruso, en ruso:

No se han encontrado productos.

Aunque este tiene la “problemática” que te comentaba al principio, la lengua vehícular del libro es francés, digo “problemática” porque ya que sé francés aunque no sea a nivel bilingüe, me sirve también para aprender expresiones que desconocía. Pero también está disponible con lengua vehicular en español, sólo que en su día preferí que fuera en francés.

Estos libros son tremendamente útiles, de verdad, no hay nada mejor, he probado varios de otras marcas que prefiero no citar porque realmente no te merecen la pena, vas a gastar un dinero y de hacerlo, te conviene invertir ese dinero en las publicaciones de Assimil.

Por cierto, como te digo, hay decenas, para todos los libros, échale un ojo a este enlace: Libros de Assimil en Amazon que así si compras alguno, me llevo yo un detallito en forma de comisión por recomendarlos.

Los libros no son baratos, pero siendo francos, si estás decidido a aprender un idioma, vas a comprar un libro, no treinta. Eso sí sería un problema, a no ser que te sobre el dinero, a mi no, pero siempre que me propongo aprender un idioma nuevo, encargo mi copia de Assimil.

Pago, dependiendo del idioma, entre 25 y 60€, pero es que merece la pena cada euro.

Como sabes, no soy muy dado a subir fotografías personales ya que me preocupa mucho mi privacidad, pero en cuanto tenga tiempo (ahora mismo estoy en Teherán y no los tengo aquí) subiré una foto.

En estos libros también utilizo los marcadores autoadhesivos constantemente, porque aunque son libros que están enfocados a estudiantes y suelen acabar llenos de notas, como te contaba antes, me gusta tener los libros impolutos, así que lo que hago es tener una moleskine para cada libro y en la moleskine apunto cosas que marco con las tiras autoadhesivas.

Los libros están bien, pero quizá después de hablar en algún videochat con un nativo y poner en práctica esas conversaciones aprendidas, me dicen que de forma coloquial se dice de otra manera, así que lo marco con una notita y un número (41.3, por ejemplo) y en mi moleskine apunto 41.3 y la conversación que me han dicho que se usa de forma más coloquial.

Por cierto, yo llamo a todos los cuadernos de bolsillo moleskines, erradamente, lo sé, pero es la marca que llevo usando décadas y mi cerebro lo tiene asumido. Estas son las que yo utilizo:

No se han encontrado productos.

Siempre con rayas por la misma razón que utilizo las flashcards con rayas, porque mi letra escrita parece la de un médico con mal de Parkinson.

En definitiva ¿los recomiendo? pfff, en serio, si quieres aprender un idioma, el que sea, cómprate uno en tu lengua materna que se use como vehícular y si luego estás mucho más suelto en un idioma y quieres lanzarte, adelante.

Vas a aprender cientos de conversaciones, cientos, en serio.

Si tienes que invertir en algo para aprender un idioma, que sea en estos libros y déjate de experimentos de medio pelo.

Me repetiré más que el ajo, pero los métodos mágicos no existen.

Aprende idiomas viendo series y películas subtituladas

Hace tiempo, casi dos décadas ahora que lo pienso ¡madre mía!, salía con una chica francesa en España, ella hablaba perfectamente español, francés (naturalmente) e inglés.

Por aquel entonces yo no solía ver muchas series, Netflix no existía como tal y el cine, me gustaba pero siempre veía las películas y las pocas series dobladas.

Yo por aquél entonces ya tenía el gusanillo de salir fuera de España, estaba muy descontento y aunque había vivido en diferentes ciudades de España donde se hablan idiomas o dialectos diferentes, no me había enfrentado a hablar bien en inglés.

Ella me insistía mucho en que me pusiera películas en inglés con subtítulos en inglés, para que me fuera educando el oído a lo que estaban diciendo, sobre todo películas que ya hubiera visto en español.

Lo mismo con las series, había series como Futurama de las que me sabía los diálogos de memoria, en español, claro.

Poco después me fui a vivir a Suiza y ahí empezó realmente mi pelea con los idiomas como ya te he comentado antes. Y entonces recordé lo que me dijo, mientras investigaba técnicas para aprender inglés y alemán por la noche, me descargaba (para qué mentir) series en versión original subtitulada.

Bueno, resulta que hoy en día, no soy capaz de ver una serie doblada al español, salvo las de dibujos animados, porque por alguna razón encuentro más graciosos los chistes en español (y el decir barbaridades que poco a poco se han ido permitiendo en los diálogos sin censurar).

¿El resto? Lo veo siempre en la versión original, sea inglés, francés, alemán o coreano y que conste que coreano no sé absolutamente nada. Pero aprendí a apreciar la verdadera actuación de los actores, hay películas con diálogos e interpretaciones maravillosas como Matthew McConaughey en Interstellar, o las del mismo Matthew McConaughey junto a Woody Harrelson en la primera temporada de True Detective, Jared Leto en Dallas Buyers Club, Bohemian Rhapsody (la película de Queen protagonizada por Rami Malek, protagonista a su vez de Mr. Robot).

Son actuaciones impresionantes. Sin embargo, las ves dobladas y se me cae el alma a los piés, no hay sentimiento, no hay entonación, no hay sufrimiento y es una de las cosas que terminas agradeciendo aprender.

Una conversación en otro idioma no siempre es una conversación neutral, monótono. No, a veces es una conversación triste o donde debes expresar preocupación o condescendencia y a eso no te enseñan en una academia.

Sin embargo, en la televisión, series o cine, los actores transmiten ese sentimiento, la última que he visto ha sido la actuación de Brendan Fraser en The whale, la película por la que le han dado el Oscar.

La actuación es tan brillante, tan emotiva, que jamás se me pasaría por la cabeza verla doblada, sería un crimen.

Aprender entonación, transmitir emoción y sentimiento a la hora de hablar un idioma, es difícil incluso a veces en nuestro propio idioma, pero en ese sentido, no hay nada mejor como observar a los buenos actores y actrices que te gusten y ponerte a ver series en versión original.

Aprender idiomas cantando, sí, con tus canciones favoritas

Esto lo descubrí prácticamente por casualidad, yo no escucho música, al menos ahora.

Como te hablé en el capítulo de cómo combato el ruido, no escucho nunca nada de música. Y esto es así desde hace varios años.

Pero antes, de más jovencito, sí que escuchaba y el que descubriera que era un buen método para aprender idiomas se lo debo a mi curiosidad y a Green Day.

Así como suena.

Green Day tenía un tema que se llamaba 21 Guns, un día con la anterior chica de la que te hablé, íbamos escuchando e intentando traducir lo que decía la canción ya que nos gustaba a ambos.

Y ella que era la que sabía inglés (mucho mejor que yo) no entendía por qué decía 21 disparos. Era como que esa parte, de forma literal, no encajaba con el resto de la conversación que ella trataba de traducir de oídas.

Bien, dicen que la curiosidad mató al gato, pero no dice nada del Gazto… perdón por el chiste malo.

Investigué y leí sobre la canción, porque cuando no comprendo algo, me gusta investigar el por qué, por qué es así. Resulta que la canción es una especie de crítica al sistema que enviaba a jóvenes a la guerra de Irak y volvieron arruinados y los que no volvieron porque habían muerto en combate, recibían un homenaje en forma de salvas de 21 disparos.

La canción es una invitación a esos soldados a rendirse y volver a casa sanos y salvos y no morir por ideales políticos. No era una canción de amor, era una canción anti-guerra. Lo cual, apoyo.

Eso me hizo comprender que muchas de las canciones que estaba escuchando en inglés y francés principalmente en aquella época hablaban de temas muy profundos, no eran meras canciones que sonaban bien, eran críticas.

Buscar las canciones subtituladas, tanto en la lengua original como la traducción, me hacía comprender que por ejemplo, Muse no hace canciones que simplemente suenan tremendamente bien (ese es otro cantar, nunca mejor dicho) sino que hacen críticas a la sociedad, el control y la manipulación.

Parece una tontería y quizá tú no le des importancia, pero como sabes, a curioso pocos me ganan y leer la letra de las canciones, buscar su historia (hay cientos de páginas de fans de todos los grupos habidos y por haber) donde te explican por qué cantan eso, me hizo abrir los ojos y ver que detrás de esos versos con música que me agradaba, había una crítica que apoyaba o no.

Pero no lo sabía y ahora, siempre que veo que una canción se hace popular, por así decirlo, lo busco por curiosidad.

También ahora soy mucho más malpensado que hace años, pero eso es un tema a tratar en otro capítulo.

Leer libros en otros idiomas: mucho más que aprender un idioma

A esta conclusión llegué por descarte.

Quiero decir, como sabrás mi trabajo está muy relacionado con la ciberseguridad, de hecho pronto te hablaré de mi formación en ciberseguridad.

Y en este campo, o lees en inglés, o no lees.

Sobre todo hace años y si quieres estar a la última en técnicas, tecnologías, certificaciones y procedimientos, los libros están en inglés, los cursos están en inglés, y los exámenes son en inglés, por lo que para formarte, hay que leer en inglés, te guste o no.

Pero mi experiencia para recomendar leer libros en otros idiomas llegó cuando sentí curiosidad por la autosugestión, en este campo había un psicólogo llamado Émile Coué, francés.

Yo estaba muy interesado en aprender sobre la autosugestión tras una serie de cosas que pasaron en mi vida en un momento determinado, en un viaje a Francia tuve la oportunidad de pasar por la Librairie Jousseaume, un lugar maravilloso donde hay muchos libros de segunda mano.

Allí me llamó la atención la portada de uno de los libros pequeñitos que tenían en el escaparate, era La méthode Coué, un libro que hablaba precisamente del método que Émile Coué había pasado décadas perfeccionando para la autosugestión.

La méthode Coué, mi copia en francés del libro e Emile Coué
La méthode Coué, mi copia en francés del libro e Emile Coué

Lo compré, sin dudarlo, recuerdo llegar a la casa donde me hospedaba y tener abierta la pestaña en el navegador con un libro de amazon el cual, no voy a poner aquí, porque resultó ser una auténtica basura, unos apuntes copiados de aquí y allá y autoedición.

En fin, ni mencionarlo merece la pena.

Nunca había leído un libro que no fuera en español o inglés, me encontraba algo perdido pero dije, ¡Joder! ¡Estás aprendiendo francés, algo sabes, así que adelante!

Entonces tenía una pequeña mesita y una lámpara de noche, tenía el teléfono a mi lado y abrí un traductor para ir buscando las palabras que no entendía.

También tenía, cosa que tengo siempre en centenares, unas marcas de quita y pon, porque considero que escribir en los libros o subrayarlos debería considerarse un crimen. Yo uso estos pequeños marcadores, no son exactamente estos, pero sí muy parecidos.

No se han encontrado productos.

Cuando no entiendo algo o quiero marcar algo para cuando vuelva a leer el libro, utilizo estos marcapáginas adhesivos de quita y pon. Se puede escribir en ellos por lo que es magnífico, tienes el libro impoluto, lleno de papelitos con tus apuntes y si quitas los adhesivos está como nuevo.

Cuido muchísimo mis libros, e intento conseguir las primeras ediciones siempre, pero de eso hablaremos en otro capítulo.

El caso es que pude leer el libro, con muchas anotaciones al principio.

Aprendí mucho vocabulario nuevo, además el libro tenía sus décadas, por lo que aprendí expresiones y vocabulario antiguo, pero es que además aprendí muchísimo sobre la autosugestión.

Es decir, aprendía francés y psicología al mismo tiempo. ¡Era brillante! Hoy lo pienso y me maravillo ¿por qué no lo habré hecho antes?

Ahora, cuando tengo interés en buscar algún libro de historia por ejemplo, procuro comprar ediciones en francés, inglés, alemán, italiano, portugués, etc. Depende de lo que quiera leer, quién fué el autor, en qué idioma escribió el autor su obra original, esa es la que quiero leer.

¿Me cuesta más leerlo? Sí ¿Y? ¿Qué prisa hay? En serio, estoy aprendiendo sobre el tema que me interesaba y estoy aprendiendo vocabulario en un idioma nuevo.

De verdad, piénsalo ¿Qué más puedes pedir?

Hasta que no lleguemos a un punto en el que como a Neo en Matrix le carguen los conocimientos metiéndole un pincho hasta la glándula pineal, es lo más cercano que he estado de aprender dos cosas al mismo tiempo.

Y creo que estamos todavía un poquito lejos de lo que hacía Neo en Matrix, aunque nunca se sabe qué se le ocurrirá a Elon Musk, lo mismo con su neuralink es posible, en todo caso, prefiero el olor a librería repleta de libros antiguos al de un quirófano en el que te van a implantar un chip en el cerebro.

Chiamami pazzo!
(Llámame loco)

Flashcards ¿en app o en papel?

Sé que hay decenas de aplicaciones, tanto para iPhone como para Android ¿cuál recomiendo yo? Ninguna.

No porque considere que no valen, las hay y muy buenas, pero como imagino sabrás habiendo leído otros capítulos de mi vida, utilizo el móvil lo menos posible.

Además, me resultan mucho más cómodas las flashcards en papel o cartón porque, sobre todo al principio, puedes hacer anotaciones de ejemplos de uso de esa misma palabra o si descubres que la misma palabra tiene connotaciones diferentes a medida que vas aprendiendo vocabulario.

De esta manera, quizá al principio tengas unas flashcards algo desordenadas, pero terminarás con el tiempo terminarás con unas (que tendrás que pasar a limpio) mucho más completas y hechas por tí, cosa que te ayudará a la hora de memorizar.

Yo utilizo cartoncitos pequeños de 65 x 95 mm de la marca Miquelrius, vienen en paquetitos de 100 tarjetas y suelo pedir bastantes, así ahorro en gastos de envío, que quieras que no, cuando empiezas a darte cuenta del vocabulario, terminas con un buen fajo de flashcards.

No se han encontrado productos.

Las hay de todo tipo, de colorines, con agujeros, lisas, con líneas, no sé, a mi me va bien con estas porque son baratas (menos de 2€) y tienen rayado horizontal lo que me va muy bien para lo que te comentaba de las anotaciones o palabras que se pueden utilizar en diferentes contextos.

Quitando que mi letra escrita deja mucho que desear, para qué nos vamos a engañar, también las líneas horizontales me sirven para no terminar con guarrerías en las flashcards.

En mi opinión si buscas flash cards en amazon, que por cierto puedes hacerlo haciendo click aquí y me llevo una comisión si compras, encontrarás de todo tipo, hasta con realidad aumentada, pero para mí, cuanto más sencillas y económicas, mejor.

Intercambio de idiomas online ¿Sirven de algo?

¿Que si sirven? Madre mía, ojalá lo hubiera descubierto antes.

Hace muchos años utilizaba canales de IRC y con un traductor online iba poco a poco “charlando” con otra persona, pero chico, desde que probé las conversaciones online, siempre que estoy aprendiendo un idioma, procuro dedicarle unas horas a la semana.

Es muy interesante, porque por un lado estás manteniendo una conversación real con un nativo de ese lenguaje y aunque pueda resultar conversaciones intrascendentes la cuestión es que vas aprendiendo pronunciación y sobre todo se te quita la vergüenza del todo.

La otra persona está ahí primero para enseñarte a tí, francés por ejemplo pero también para que tú le enseñes español, por ejemplo.

¡Estáis los dos en las mismas! ¡no os conocéis de nada por lo que no hay de qué avergonzarse! En fin, yo soy muy asocial, soy muy retraído a nivel personal pero con un total desconocido que tiene un mismo interés que yo, aprender un idioma, puedo contarle cosas que no se me ocurriría contarle a un amigo cercano.

He aprendido mucho sobre todo en idiomas como el alemán y ahora que estoy aprendiendo ruso también me está sirviendo mucho ya que son pronunciaciones completamente distintas a mi idioma natal.

Ayudan y mucho y si tengo que recomendarte un servicio, te recomiendo el de Babbel. Porque además de ese intercambio de conversaciones con nativos, tiene muchísimas otras virtudes y es por eso que escribo el siguiente apartado dedicado a aprender un idioma con una app, no todas valen, Babbel, lo clava.

¿Aprender idiomas con una app? Sí, pero no con todas.

Voy a ser muy directo para dejar las cosas claras, el negocio de aplicaciones para aprender idiomas es enorme.

Hay decenas de aplicaciones de las que habrás oído porque hacen campañas de marketing muy agresivas y aparecen hasta en la sopa. ¿Por qué? Porque da mucho dinero.

¿Voy a recomendarte aplicaciones? No, te voy a recomendar que uses Babbel porque de entre las que yo he usado, es la única que dentro de todo lo que tiene (muchas opciones y cosas curiosas) es la que, de momento, no me ha defraudado en absoluto.

He probado otras también muy conocidas pero que no voy a mentar por aquí, porque ha habido cosas que no me han gustado, otras en las que el servicio fallaba más que una escopeta de feria o simplemente eran muy básicas.

¿Por qué recomiendo Babbel principalmente? Porque sin ser la más barata lo tiene todo, aparte de mis recomendaciones anteriores, la considero la herramienta perfecta para los que estáis todo el día pegados al móvil.

Sólo hay una cosa que en su día no me gustó de Babbel y era que el periodo mínimo de suscripción por el que empezaba era de 3 meses. Pero bueno, era un precio más que asumible, de hecho las ofertas de precios ahora me parecen tiradas de precio.

Y por otro lado, comparado con que cuando me apunté a la academia de alemán en Suiza, me obligaron a firmar un contrato de 6 meses a 800 CHF al mes, pues como que no me pareció nada descabellado cobrar 35€ (aproximadamente) por usar 3 meses la app.

Ahora, mientras estoy escribiendo este artículo he visto que tienen una promoción llamada Lifetime, son 240€ y tienes todos los idiomas incluídos para siempre, puedes ver la promoción aquí:

Crea una cuenta de Babbel gratuita y échale un vistazo

Pero bueno, yo no estoy aquí para vender promociones, prefiero contarte por qué recomiendo Babbel y no otras apps, centrándome en lo que Babbel ofrece.

Como app, es muy similar a todas sus competidoras pero ofrecen tal cantidad de recursos que es uno de los puntos por los que después de probar varias, la utilizo cada vez que quiero empezar a aprender un idioma.

Yo renuevo sólo cuando voy a empezar a aprender, porque es para lo que yo la recomiendo, para empezar a aprender un idioma, el que sea, después cuando tengo unas nociones básicas o intermedias, sigo mi método, el que te he explicado antes.

Pero vamos al lío ¿Por qué Babbel? ¿Qué me parece digno de destacar? 

Para empezar, te muestro un poco cómo es Babbel por dentro, para que veas lo bonita que es:

Ahora paso a contarte por qué la recomiendo.

Comprensión oral

Ponen mucho énfasis en que mejores la comprensión oral, con repeticiones de palabras una y otra vez.

Está diseñada de una manera muy simple para que completes pequeñas tareas, en la parte de comprensión oral, te permite escuchar las palabras a medida que las lees por lo que por una parte te familiarizas con la gramática y por otra habitúas el oído a cómo suena esa palabra.

Yo antes de empezar a usar Babbel procuraba grabarme leyendo textos en francés (fue el primer idioma con el que usé este método) con un programita en el ordenador, después me escuchaba a mi mismo y ponía unas marcas en el texto que había leído mientras lo repasaba.

Me servía para saber dónde estaba fallando más, pero perdía un tiempo enorme y como sabes, no me obsesiona la idea del tiempo pero no me gusta perderlo.

Uno de los puntos fuertes de Babbel frente a otras aplicaciones es el reconocimiento de voz, ahora es muy bueno, pero me imagino que con el avance de la IA en los próximos meses será impresionante.

La aplicación reconoce tu voz y la analiza para decirte automáticamente dónde está fallando tu pronunciación y ayudarte a mejorar. Esto era lo que hacía yo manualmente pero a diferencia de como yo lo hacía, perdiendo tiempo a mansalva, ahora lo hace la propia app en cuestión de segundos.

Wunderbar!
(¡Maravilloso!)

Por otro lado, siguiendo parte de mi recomendación de ver las series y películas en idioma original, tiene algo que no había comentado antes porque no soy muy fanático de ellos, pero tiene una gran cantidad de podcasts de nativos para que habitúes el oído a conversaciones en ese idioma.

Yo la verdad que no escucho podcasts nunca, tampoco veo vídeos de YouTube más allá de algún que otro compañero de profesión que tienen vídeos de formación en ciberseguridad gratuitos.

Pero como sé que hay mucho fanático de los podcasts, sólo puedo decir que los puedes escuchar en Apple Music, Spreaker, Spotify o en la misma app de Babbel.

Ellos los seleccionan cuidadosamente y debo decir que los pocos que he escuchado por mera curiosidad, han sido interesantes, porque te activa el oído.

Conversación

Aunque para el tema de conversación siempre voy a recomendar los libros de Assimil debo decir que Babbel pone mucho énfasis en que aprendas conversación.

Es evidente que aparte del vocabulario, aprender conversación es el quid de aprender cualquier idioma, una vez sabes conversar, el vocabulario se va aprendiendo sobre la marcha.

Babbel te ofrece muchas opciones para aprender a desenvolverte en conversaciones y sobre todo la que más me gusta es la posibilidad de asistir a clases en vivo con otra gente y profesores nativos.

Ahí vas a poner en práctica (una vez que ya tengas una buena base) tus conocimientos del idioma a nivel conversación y pronunciación.

Gramática

¿Recuerdas que antes te expliqué que utilizaba las moleskines para apuntar conversaciones con diferentes tonos? Serio, común, coloquial, entre amigos, etc.

Pues Babbel ofrece esto en muchas de las tareas que te propone para seguir avanzando en tu aprendizaje del idioma.

Tiene muchos ejercicios donde una misma frase está escrita de diferentes formas, con diferentes proposiciones o con diferentes palabras porque el contexto es diferente.

¿Lo bueno? Que está explicado el por qué en ese caso se usa esa determinada palabra y no otra.

Además tienes que estar escribiendo constantemente, es cierto que la app es muy intuitiva y no tienes que ir letra por letra (salvo en temas más avanzados, cuando tu progreso ya es superior) pero no dejan de incitarte a que practiques gramática.

Todo lo que te comenté del tono, la situación, el estado de ánimo cuando te hablaba sobre las actuaciones de las películas y el significado de las canciones está puesto aquí con ejercicios.

Digamos que tienes dos palabras que significan lo mismo, Babbel te pone en situación y te da las opciones, supongamos que una palabra se utiliza para expresar tristeza y otra para expresar neutralidad, pues ese es el ejercicio, que sepas elegir cuál es la correcta.

Y eso Babbel lo hace muy bien.

Redacción

Aquí llega el momento de aprender vocabulario a mansalva y es donde, desde mi punto de vista, flojea algo, pero porque Babbel la considero como te comentaba antes, la mejor herramienta para empezar a aprender un idioma.

Tiene muchísimos ejercicios para aprender nuevo vocabulario y eso es magnífico.

Siempre te está recordando anteriores palabras que ya deberías saber para que no te olvides, te explica nuevas palabras constantemente, de esta manera y con repetición vas aprendiendo cada vez más y más vocabulario.

Aquí utilizan muy bien el tema de la gamificación, te van dando puntos y no pasas de nivel a no ser que tengas una buena puntuación, te anima a seguir practicando y aprendiendo, cosa que veo francamente bien porque está demostrado que funciona.

Pero para mí el aprender vocabulario viene después. Leyendo libros en ese idioma, con tu traductor al lado, bien, pero leyendo y leyendo. Viendo series e incluso conversando en chats o similares.

Todo es cuestión de práctica y sobre todo, paciencia. Recuerda que esto no es una carrera, no hay un límite, siempre vas a aprender algo nuevo y eso es lo más fascinante.

Siempre hay algo que aprender.

Refuerzo

Aquí es donde Babbel destaca por encima de todas las demás, saben perfectamente que la técnica para aprender un idioma es practicar, practicar y practicar.

Por eso han diseñado un montón de aplicaciones internas dentro de la misma aplicación para incitarte a seguir mejorando.

Tienes flashcards (aunque yo los prefiero de cartón, ya sabes), recordatorios improvisos de pronunciación (si quieres configurarlos), tienes juegos que tú mismo puedes personalizar para aprender determinados temas, etcétera.

La cuestión es que en todas estas actividades te va dando pequeñas puntuaciones para convertirlas en actividades amenas donde además de señalarte dónde estás fallando de forma coloquial y simpática (a nadie nos gusta que nos digan que estamos haciendo algo mal) sigas mejorando poco a poco pero sin pausa.

Está diseñada para identificar dónde fallas, qué se te da peor dentro del idioma que estás aprendiendo y animarte a mejorar esa parte, por eso digo, lo hacen tremendamente bien, porque cuando recibes una notificación de que debes mejorar en algo, no te sientes mal por ello, al contrario.

Te sube el ánimo porque hay una recompensa detrás, al menos a mi me parece una idea brillante, el no “quemar al alumno” por así decirlo con negativas.

El refuerzo, siempre es positivo y lo transmiten excelentemente bien.

Resumiendo

En Babbel puedes aprender los siguientes idiomas: inglés, español, alemán, italiano, francés, portugués, sueco, turco, holandés, polaco, indonesio, noruego, danés y ruso.

Como aplicación, está muy bien diseñada, muy intuitiva, muy sencilla. Dudas de usarla, no vas a tener, te lo aseguro. En parte es uno de los puntos por los que recomiendo Babbel en vez de otras que no voy a mentar porque no lo considero correcto, las he usado y ha habido cosas que no me han gustado.

Babbel te vende en sus anuncios comerciales y eslóganes que sólo necesitas 15 minutos al día para aprender un idioma. Bueno, no estoy de acuerdo.

Como gancho comercial está muy bien, pero si te vas a poner a aprender un idioma, mínimo dedícale una hora al día. ¿Es posible aprender un idioma destinando sólo 15 minutos al día? Puede, no lo pongo en duda pero no lo he podido comprobar.

Yo desde luego necesito más tiempo y compaginar el uso de una aplicación con libros, notas y conversaciones, además de todo lo que te he contado antes sobre series, música, etc para afinar el oído.

¿Recomiendo Babbel a pesar de costar dinero? Sí.

¿Lo hago porque si te registras con mi enlace de afiliado me pagan una comisión? No. La recomiendo porque me parece muy buena.

Si fuera por la comisión, te pondría aquí una lista de apps y te diría que todas son maravillosas, y en el momento que te registrases en cualquiera yo me llevaría un pellizquito, pero no.

Ni las mento, porque no las recomiendo.

Sabes que siempre intento ser honesto y recomendarte sólo las cosas que he probado y me han funcionado, de otro modo, esto no tendría sentido.

Paciencia: “La tortuga puede hablar más del camino que la liebre”

Esta es una cita de Khalil Gibran, un poeta libanés autor de la obra El loco, una obra tremendamente corta (12 páginas) pero que me encandiló en su día.

Espero que comprendas que utilizo esta cita para que tomes las cosas con calma, olvídate de cursos intensivos, de promesas de vendehumos que te dicen que en 100 días aprenderás un idioma si haces esto y lo otro, ol-vi-da-te.

Sé que me repito más que el eco de un tartamudo pero hazme caso porque te digo las cosas por experiencia propia, porque yo lo he vivido y de eso trata este blog.

Las prisas no son buenas para nada, a no ser que quieras correr una maratón, cosa que yo no tengo pensado hacer.

Y quizá porque la vida me haya enseñado a base de golpes o porque en el pasado me dediqué durante muchos años a crear campañas de marketing agresivo de este tipo y sé que son una falacia (desde el punto de vista del consumidor final), no existen fórmulas mágicas ni trucos para aprender un idioma en 100 días, ni en 10 DVDs, ni nada por estilo.

Es todo marketing y, te aseguro, que de dudosa moralidad.

Fíjate un objetivo y cuando tú te sientas cómodo, te cojas un libro y veas que más o menos lo entiendes aunque tengas que buscar expresiones o palabras (yo lo hago constantemente) entonces podrás decir que hablas más o menos un idioma.

¿Los cursos y academias valen la pena? En mi opinión no pero…

Es sólo eso, mi opinión.

Quizá sea porque mi primera experiencia con una academia fue en Zúrich y el precio me marcó demasiado (800 CHF mensuales por 4 hora de clase a la semana).

Por circunstancias de la vida, conocí gente en España que probó el tema de las academias para aprender francés y, por lo que me contó, era completamente distinto a lo que yo viví en Zúrich.

Allí no se hablaba ni una palabra que no fuera en alemán, en España sin embargo, hasta los saludos se hacían en español, cosa que no entiendo, español ya sabían todos, estaban allí para familiarizarse con el francés.

Los ejercicios de los libros (porque en eso se basaba la academia española, en seguir el libro) se explicaban en español, para mi no tenía sentido.

En lo que yo viví en Zúrich, todo se explicaba en alemán, evidentemente había muchas cosas que no entendías y era cuando la profesora en este caso permitía que otro estudiante te explicase en español o inglés lo que quería decir, pero la profesora hablaba alemán y punto.

En tema de registro, para que pagues, información y demás, eso sí, los idiomas que quieras. Es lógico, quieren vender plazas, pero las clases eran íntegramente en alemán, a mí, personalmente, no me convencía.

Quizá tenía ese sesgo del precio, yo ganaba bien pero Zúrich es carísimo y luego el horario me venía mal para compaginar con el trabajo, muchas horas de transporte, etc pero es una ciudad a la que te tienes que hacer.

Entonces, mi recomendación con respecto a las academias:

  • En el país de destino (si quieres aprender francés, en Francia): Bien
  • En el país de origen (si quieres aprender turco en España): Mal

Y repito, no por descalificar a nadie, pero creo que es lo lógico, que todo se explique en el idioma final, debes familiarizarte con el idioma. Aprender un idioma es muchísimo más que aprender vocabulario, eso no es aprender un idioma.

Aprender un idioma es dudar, preguntar, pronunciar, reír, llorar, conversar, etc.

¿Quieres vocabulario? Cómprate un diccionario, yo mismo te dejo aquí un enlace a comprar un diccionario de Español-Inglés o Español-Francés o Español-Alemán, pero esto no es aprender un idioma.

Está muy bien saber y memorizar vocabulario, pero… lo importante es comprenderlo y saber cuándo utilizarlo.

Hay un ejemplo que me gusta mucho que vi hace tiempo en un “meme” que decía algo en plan: “deja decir very!” Hay muchas palabras para decir lo que tú conoces cómo “very loquesea” para eso sí valen los diccionarios y sobre todo los diccionarios de sinónimos y libros de conversación.

Créditos a quien lo publicó en Facebook

Pero eso no es aprender a hablar un idioma, eso es vocabulario, que repito, magnífico. Cuanto más sepas mejor, siempre.

En todo.

La conclusion finale

Lo escribo en francés, así con todo mi arte como prueba irrefutable de que sé francés, ya ves tú. Ahora tú te lo tienes que creer, claro.

Pero como siempre digo ¿Para qué voy a mentir? No gano nada.

Para ir cerrando el tema del idioma y de cómo yo aprendo idiomas, porque llamarlo mi método para aprender idiomas me parece bastante presuntuoso me gustaría hablarte desde el corazón.

Desde alguien a quien los idiomas hasta bien entrados los veintitantos no le preocupaban los idiomas en absoluto.

Y de por qué, cuando salí de España, vi que era tan sumamente necesario aprender un idioma, primero inglés y después vino el resto.

No existen fórmulas milagrosas, asúmelo

He tardado mucho tiempo en darme cuenta de qué me funcionaba y qué no, puede que a tí te resulten otros métodos y si quieres comprar un cursillo mágico de aprender idiomas en 100 días, perfecto, adelante, quizá te sirvan.

Yo diseñaba esas técnicas de marketing y te puedo decir con franqueza que esas frases salían de una mesa donde nos reunimos un equipo de creativos para proponer frases y luego analizamos la respuesta cerebral de unos “invitados” cuando se las decíamos o se las hacíamos leer en una web ficticia o en un folleto.

Mentalízate, tu cerebro ya está más pendiente que tú

Lo primero de todo, mentalízate. Quiero aprender francés, perfecto, pues hasta que tú mismo no digas, sé francés no pares.

Esto no va de certificados (a mi me trae sin cuidado los certificados, de hecho en idiomas no tengo ninguno, no me interesa lo que diga un papel sobre lo que yo sé). Esto se trata de que tú cojas un libro en francés y lo puedas leer, de que vayas a Burdeos y mantengas una conversación con un panadero o de ponerte a ver Les misérables y no tener que activar los subtítulos.

Por lo que, como para todo lo que yo te recomiendo, paciencia.

No sabes hasta qué punto es importante la paciencia, de ello te hablaré en mi estudio de las religiones en su día, porque es un tema que va mucho más allá.

Por otro lado, otro consejo que te doy, aprende todo el vocabulario posible, dónde sea, te he recomendado libros y series, pero pueden ser páginas webs de memes (es importante saber identificar el humor de cada idioma), tirar de Wikipedia en el idioma que quieras aprender, ver anuncios comerciales en YouTube de empresas por ejemplo de Francia si quieres aprender francés, etcétera.

Cada vez que veas una palabra que no conocías en absoluto, apúntala, coge tu flashcard y apúntala, ya habrá tiempo de completarlas después con qué significa, qué connotaciones tiene y cuándo se utiliza.

Lo importante es que estés mentalizado en aprender un idioma, de esta manera tu cerebro estará siempre alerta (siempre lo está) y pendiente de identificar inconscientemente esas palabras desconocidas, tu cerebro es más curioso que tú, creeme.

Sobre esto te hablaré en el capítulo de libros que me marcaron, porque hay uno especialmente interesante que te avanzo: Pensar rápido, pensar despacio de Daniel Kahneman.

No se han encontrado productos.

Un libro apasionante, pero ya hablaremos de él, sólo quería mencionarlo.

Manda la vergüenza a tomar por culo

Yo trato de ser muy directo siempre.

Si te has leído otros, como yo los llamo, capítulos de mi vida, lo sabrás. Me importa una mierda lo que piensen de mí.

No me importa nada, en absoluto. ¿Por qué debe darte vergüenza cagarla en una pronunciación comprando, yo que sé, un videojuego en una tienda con un dependiente al que no volverás a ver en tu vida?

La vergüenza es una barrera que nos ponemos nosotros mismos y sólo tú puedes quitártela.

Olvídate del qué dirán, del miedo a hacer el ridículo. ¡Todos lo hacemos! ¡Todos!

Te pongo un ejemplo, Joe Biden. El presidente de los Estados Unidos, el hombre que ostenta, supuestamente, el cargo más importante del mundo…

¡Anda cada dos por tres por los suelos! ¿Tú crees que al pobre Joe le importa? 

Bueno en su caso ni siquiera se acordará pasados unos minutos pero eso es otro cantar.

La vergüenza es un límite autoimpuesto porque queremos pertenecer a la sociedad donde todo es maravilloso y todos somos perfectos, pero no lo somos.

Te dejo este vídeo en el minuto exacto donde Elliot (Rami Malek) hace una reflexión sobre la sociedad actual, sobre cómo nos autoengañamos e intentamos integrarnos en ella cueste lo que cueste.

Por cierto, está en inglés, si lo necesitas activa los subtítulos.

No caigas en esa trampa, tú eres un individuo y eres maravilloso, qué más da lo que piensen los demás, lo que importa es lo que pienses tú, mientras tú seas felíz, lo demás da igual.

No necesitas un título para decirte que sabes francés, cuando sepas francés (sea el nivel que sea) lo sabrás tú y eso es lo importante, ya habrá tiempo que mejorar.

Igual para el alemán, el italiano, el ruso, el hindi…

Fuck society! Tú eres el único que importa, no lo que piensen los demás.

Clases presenciales y academias, sí, pero en el lugar de destino…

…Y sólo si te lo puedes permitir.

Si no es el caso, si te consumen un tiempo o dinero del que no dispones, olvídate.

Vas a aprender igual o mejor con lo que te he explicado en este capítulo, lo digo porque así lo creo, no trato de venderte nada.

He asistido como curioso (tengo mis métodos los cuales no voy a desvelar por aquí) a clases en España de alemán y prefiero guardarme mi opinión para no ofender a nadie, pero mientras no sea una clase en Alemania, Austria o Suiza, no vayas a una academia a aprender alemán, porque no vas a salir hablando alemán.

Saldrás con un titulito que podrás poner enmarcado donde quieras, pero nada más.

La vida real no es eso, te lo dice uno que se pasa viajando 4 o 5 veces al año en diferentes países y que trabaja con gente de China, India, Rusia, Irán, Estados Unidos, España, Francia, Brasil, Colombia, Sudáfrica, Congo e incluso alguno que no sé ni de dónde son.

Eso es la vida real, salir a otro país y tener que vivir allí, renovar tu visado, tratar con la burocracia, hacer la compra del día, renovar tu abono transporte, preguntarle a un policía porque te has perdido.

A nada de eso te enseñan en una academia, a nada de eso, te lo aseguro.

Para iniciarte en un idioma, regístrate en Babbel, compra el libro de Assimil del idioma que quieras aprender y reléete este capítulo (ya sabes que yo llamo capítulos a estas historias que cuento en una página entera, así que si quieres aprender inglés, releete todo con el objetivo de que quieres aprender inglés).

Películas y series, a partir de ahora, siempre en VOS

No puedo decirlo más claro, necesitas educar tu oído, tu cerebro ya se encargará de procesar esa información, pero si tu oído no está acostumbrado a escuchar francés o ruso, le resultará mucho más difícil a tu cerebro comprender lo que está pasando.

Yo uso un aparatito para dormir que me transfiere conversaciones por la vibración mientras duermo, pueden ser cursos, audiolibros o películas o series, que me pongo mientras duermo bajo la almohada para que las vibraciones se pasen al cerebro, mientras duermo educo mi oído.

Sé que no es un tema del que haya hablado antes en este capítulo pero quizá pueda hacerlo más adelante. Son unos altavoces de conducción ósea, de esta manera mientras yo duermo, mi cerebro se familiariza con un idioma nuevo.

Este es el modelo que yo utilizo, pero trataré de buscarte el mismo a un precio mucho más económico, porque yo no pagué tanto por él.

No se han encontrado productos.

No puedo demostrarte que funcione, pero quizá en el futuro podamos hacer un experimento, el caso es que creo que no me viene mal.

Mientras uso los tapones, para dormir, como sabes por mi artículo de cómo manejo el ruido tengo esto bajo la almohada transmitiéndome conversaciones para que mi subconsciente siga trabajando.

Aplicaciones para aprender idiomas, Babbel y no otra

Como te he comentado antes, sólo voy a recomendarte Babbel, es la que a mi me funciona, después de probar muchas otras, es la única que considero ideal para empezar a aprender un idioma, no para ser un experto, ojo.

Para ser un experto se necesita muchísimo tiempo y mucha vida, pero de eso hemos hablado largo y tendido en este capítulo.

Lo más importante es el siguiente punto.

Paciencia, pasión y fuera vergüenza

Si no eliminas la vergüenza, no lo conseguirás jamás, autoimponerse una barrera psicológica es absurdo. 

Debe darte igual equivocarte, hacer el ridículo o no pronunciar bien.

¡Qué más da! La vida siempre continua, te equivoques, te avergüences o no.

Siempre hay un después.

Aprender un idioma es apasionante y así debemos asumirlo, como una nueva pasión como quien decide aprender historia porque le apasiona.

La pasión lo es todo en esta vida, mientras estemos apasionados por lo que hacemos, nuestro cerebro estará feliz y le será todo mucho más sencillo.

Al fin y al cabo, él es el que está aprendiendo constantemente.

Y por último, paciencia chico.

Da igual que tengas 20, 40, o 60 años, puedes empezar a aprender un idioma cuando te dé la gana.

Hay tiempo de sobra, siempre hay tiempo.

Siempre hay un después.

¡Aprovéchalo!

The end.

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